Historia de los adoquines. La evolución del pavimento
Entre todos los materiales de construcción que uno pueda tener en mente, uno de los más conocidos son sin duda los adoquines. Sin embargo, su historia no es bien conocida por todos. A continuación, repasaremos los orígenes y las distintas aplicaciones que desde entonces ha conocido este material, cuyo nombre proviene del árabe «ad-dukkân», que significa «piedra a escuadra». De este modo, se tendrá una noción mucho más clara del valor que ha tenido en todo tipo de construcciones y se sabrá por qué al cabo del tiempo es tan conocido por todos.
Conozcamos un poco más sobre la historia de los adoquines a través de los tiempos…
El origen de los adoquines
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Al ver un suelo adoquinado, nadie pensaría que en realidad esa técnica de asfaltado cuenta ya con más de 2000 años de antigüedad. Por aquel entonces, se empleaban piedras para formar vías de tránsito. De este modo, era posible fijar las rutas más seguras y directas entre dos puntos que, por ejemplo, tuvieran tratos comerciales recurrentes.
No obstante, las piedras empleadas en la construcción de dichas rutas no permitían un desplazamiento rápido, ya que no estaban talladas. De ahí que comenzaran a trabajarse y a pulirse.
Los que comenzaron a emplear este método para mejorar la circulación de personas y mercancías fueron los romanos y los cartaginenses. No en vano ambos pueblos son enormemente reputados como constructores de calzadas. Muchas de las cuales, precisamente gracias a la técnica del adoquinado, perviven todavía hoy.
De ahí en adelante en la historia de los adoquines empezaron a emplearse simplemente a modo de pavimento. A lo largo de los siglos XIX y del XX, con la llegada de la Revolución Industrial, la aparición del automóvil y el auge de las grandes metrópolis, jugaron un gran papel a la hora de facilitar desplazamientos de todo tipo a lo largo de las calles, plazas y avenidas.
Adoquines de hormigón
En la actualidad, el adoquinado ya no tiene por qué estar hecho con piedras pulidas. En muchos casos, se emplean los adoquines de hormigón. La principal ventaja de estos es su alta resistencia. Se trata de piezas perfectamente unidas que, además, filtran hasta el suelo el agua de la lluvia. Con lo cual, no se ven afectados por ningún tipo de filtración que pueda ocasionar grietas. Debido a ello, su durabilidad es muy elevada.
Otra de sus principales virtudes a la hora de emplearlos en una construcción, es que su emplazamiento no requiere de maquinaria pesada ni de expertos. Se trata de un proceso sencillo, barato. Y, que, además, ofrece muchas posibilidades combinatorias, pudiendo usar distintos tipos de adoquines para dibujar distintos trazados.
En último lugar, como estos adoquines son piezas pequeñas y producidas en serie, la reparación de cualquier daño es igualmente sencilla y económica. Basta con substituir una pieza por otra.
En cuanto a su producción, no requiere de ningún agente químico. Se pueden producir una gran cantidad de adoquines en un corto espacio de tiempo y ser empleados al día siguiente.
Por todo ello, se entiende que estos materiales se cuenten, hoy por hoy, entre los más utilizados a la hora de pavimentar una ciudad. En contraposición, fuera de los centros urbanos, para cumplir con su utilidad original, la de pavimentar carreteras, lo más común es emplear alquitrán.
Adoquines decorativos
Durante su proceso de construcción, es posible colorearlos por medio del uso de colorantes, o grabarles todo tipo de motivos. Debido a ello se han convertido en una opción más a la hora de hacer más estético el espacio que se quiera pavimentar. Al mismo tiempo, no obstante, el uso de distintos colores o motivos grabados ayuda a diferenciar las rutas trazadas.
Los adoquines para Albacete y Madrid, por ejemplo, presentan todas estas variantes. Si necesitas alguna de ellas, eso sí, no olvides ponerte en contacto con una empresa de confianza especializada en adoquines como Prefabricados La Jara.